'EL APARTAMENTO', CUMBRE INEXPUGNABLE DE LA HISTORIA DEL SÉPTIMO ARTE

ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS. 21 de noviembre de 2010

Es la mejor película de Billy Wilder, el autor de obras maestras como "Perdición" (Double Indemnity, 1944), "El crepúsculo de los dioses" (Sunset Blvd., 1950)", "El gran carnaval" (Ace in the Hole 1951), "Traidor en el infierno" (Stalag, 17, 1953), "Sabrina" (1954), "Con faldas y a lo loco" (Some like it Hot, 1959) o "Avanti" (¿Qué ocurrió entre tu madre y mi padre?, 1972). Billy Wilder nos ha acompañado y nos ha consolado durante décadas con un cine gracioso o dramático, pero siempre profundo.
"El apartamento" es la crème de la crème del genio guionístico de Billy Wilder y su habitual colaborador en la larga etapa final de su carrera, I.A.L. Diamond (desde "Con faldas y a lo loco" a "Aquí un amigo"; Buddy Buddy, 1981, un total de 11 films). Nos podemos fijar en sus maravillosos diálogos, en las actuaciones portentosas de Jack Lemmon, Shirley MacLaine o Fred MacMurray. En la crónica de una gran ciudad como Nueva York en la que todos a toda velocidad trabajan, viven, hacen el amor, sufren, mueren, tratando a veces de olvidar esa actividad incesante e inútil que no pueden evitar.
La película de Billy Wilder tiene planos y secuencias imborrables. Jack Lemmon paseando a solas a las puertas del teatro donde iba a llevar a la señorita Kubelik (MacLaine) que ha quedado con alguien más decidido que él (MacMurray); Baxter (Lemmon) recibiendo puñetazos del cuñado de Kubelik, haciéndose pasar por el amante de la chica cuando es sólo una tapadera para que la reputación de su jefe quede a salvo.
"El apartamento" es una metáfora de los desalmados que dominan el mundo y las víctimas a las que les sólo les queda el sentido del humor para poder tirar adelante. Ellos, los jefes, lo consiguen todo, siendo duros y cínicos. Baxter comprende en la conclusión del film que no quiere seguir lamiendo culos y que no hará favores a nadie más que no lo merezca. Nadie se aprovechará de él porque dejará de acudir adonde la gente va para prostituirse. La otra víctima, Fran Kubelik, comprende al fin que este hombre vulgar y chistoso es más grande que cualquiera de sus irresistibles amantes que le prometen fantasías y placer sin pausa, y después la dejan llorando a lágrima viva en cualquier rincón. Y lo peor es que sabe que volvería a caer en sus brazos.
"Se quiere o no se quiere", dicen Baxter primero y después Fran, en el viaje liberador de esta última por las calles de la Gran Manzana rumbo al amor verdadero, a ese hombre que ha tirado por la borda su fenomenal trabajo, proclamando su devoción por Kubelik, en una empresa de seguros en la que sacan todo el partido y el dinero que pueden a sus numerosos clientes.
"El apartamento" es pura magia. Los estudiantes, los profesionales siguen aprendiendo de ella ("Bon appétit", película de reciente estreno de David Pinillos, es un ejemplo a mano en el que se nota la huella del film de Wilder).
No hay una comedia mejor que "El apartamento", que también puede ser entendida como un drama muy amargo.
Chapeau forever.

FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA
Título original: "The Apartment". Dirección: Billy Wilder. Guión: Billy Wilder, I.A.L. Diamond. Música: Adolph Deutsch. Fotografía: Joseph LaShelle. Montaje: Daniel Mandell. Dirección artística: Alexander Trauner. Producción: Billy Wilder. Intérpretes: Jack Lemmon (C.C. Baxter), Shirley MacLaine (Fran Kubelik), Fred MacMurray (Jeff Sheldrake). Nacionalidad: EE UU, 1960. Blanco y Negro, 125 minutos. V.O. en inglés. Premios: Oscar a la mejor película, director, guión, montaje, dirección artística. Estreno en Nueva York: 15 de junio de 1960.
Tráiler de "El apartamento": http://www.youtube.com/watch?v=JtGgWpx9lHA

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