EN LA MUERTE DE LUIS GARCÍA BERLANGA, UN CINEASTA NADA FÚNEBRE


ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS. 14 de noviembre de 2010

Ha fallecido Luis García Berlanga, uno de los grandes cineastas españoles de todos los tiempos. Realizó películas tan incontestables como "Plácido" (1961), "El verdugo" (1963) y "¡Bienvenido, Míster Marshall!" (1952), su segundo film y en el que ya avisaba del carácter risueño y crítico de este genial "bon vivant" nacido en Valencia en 1921. Berlanga era un hombre jovial, inclinado a ver las cosas desde un lado epicúreo antes que la obligada seriedad del tiempo que le tocó vivir, con el franquismo en su plena expresión, cortando de raíz cualquier desliz que no estuviera de acuerdo con los mandamientos de la madre Iglesia. Con su manera placentera de ver las cosas, Berlanga (uno de los fundadores y Presidente de Honor de la Academia de Cine, Premio Príncipe de Asturias de las Artes, impulsor del premio de novela erótica La Sonrisa Vertical, etc) siempre se opuso a estos frenos constantes para un espíritu libre.
Solía decir que sus rodajes eran o pretendían ser una fiesta donde todo era posible. Algo de esa alegría nos llega cada vez que nos animamos a ver alguna de sus magníficas películas. De "Esa pareja feliz" (codirigida por Juan Luis Bardem, 1951) a "París-Tombuctú" (1999, su último trabajo); de "Calabuch" (1954) a "Todos a la cárcel" (1993, film por el que recibió el Goya al mejor director); de ¡Vivan los novios! (1969) a "Moros y cristianos" (1987); pasando por la saga de los Leguineche: "La escopeta nacional" (1977), "Patrimonio nacional" (1981) y "Nacional III" (1982); y su encantadora aproximación a la Guerra Civil, "La vaquilla" (1985), lejos de ese odio intestino y cainita que ha destrozado y destroza este país.
Como suele repetirse, la mejor película de Berlanga es "Plácido" (que estuvo nominada al Oscar a la mejor cinta extranjera), con guión entre otros de Rafael Azcona, uno de sus grandes colaboradores. Pero insistimos en que cualquier film de Berlanga es una invitación al descontrol y al placer. La natural acracia del cineasta levantino está perennemente presente en su obra. Hemos disfrutado y seguimos disfrutando mucho con su cine.
Hasta siempre, compañero.
Fragmento de "La escopeta nacional": http://www.youtube.com/watch?v=iMB8N7NmvE4

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