'LA LUZ PRODIGIOSA', GRAN PELÍCULA DE MIGUEL HERMOSO


ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS. 8 de noviembre de 2010

Realizada en 2002, "La luz prodigiosa" (basada en la novela homónima de Fernando Marías publicada en 1990) es una de las mejores películas españolas de la pasada década. El director, Miguel Hermoso, tiene en su haber films tan excelentes como "Truhanes" (1984), "Como un relámpago" (1997) o "Fugitivas" (2000), cine de sabor clásico y emocionante lleno de personajes inolvidables y muy cercanos.
Protagonizaron "La luz prodigiosa" Alfredo Landa y Nino Manfredi, el gran actor italiano que en España será siempre recordado por "El verdugo", el genial film de Luis García Berlanga (1963). Manfredi encarna a un mendigo en Granada en 1980 del que se burlan los chavales y que realmente es tan inocente como un niño. Las monjas de un convento le dan de comer y le acogen cuando él quiere pasarse por allí. A Granada llega, después de muchos años, un hombre jubilado (Alfredo Landa) que procedente de Bilbao debe firmar unos papeles para cobrar una herencia. Mientras se resuelven los trámites, una vivalavirgen (Kiti Manver) le alquila un piso pero le intenta engañar. Pese a todo, terminan haciéndose amigos. El personaje de Landa recuerda su pasado de pastor y cómo al principio de la Guerra Civil, cuando era muy joven, una noche de regreso a su casa con las ovejas, vio cómo los soldados del bando nacional descargaban de un camión a unos hombres y los colocaban en fila al pie de la cuneta, disparándoles en la nuca. Cuando los militares se fueron, el pastor, oyendo unos gemidos, se acercó. Uno de los hombres aún vivía. Lo recogió, buscó a un médico en la villa y éste le practicó las primeras curas. Llamado a filas, el pastor antes de marcharse logra que lo escondan en un convento y allí lo deja al cuidado de las monjas. Ahora, en su regreso a Granada muchos años después, el antiguo pastor ve a este mendigo y por un gesto que suele hacer comprende que es el hombre que recogió en la guerra. Su sorpresa es enorme cuando va comprendiendo, pese a que no tiene estudios, que aquel prisionero a quien fusilaron puede ser Federico García Lorca. El antiguo pastor, ayudado por Kiti Manver (que ve posibilidades de negocio y salir de una vez de la miseria que ha dominado su vida), trata de hacerle recordar su pasado. Es Lorca, efectivamente, pero cuando comienza a recitar sus versos y sus obras también le viene a la mente el instante de su "muerte" y un poco por su ancianidad y otro poco por el daño irreperable que le causaron sólo es capaz de llorar y guarecerse en el hombro de su amigo que comprende que lo que quiere "este" Lorca es algo de cariño y nunca, nunca, recordar ese pasado tan trágico.
Una historia la de "La luz prodigiosa" bien realizada que nos deja maravillados y sorprendidos, con una cálida sensación de humanidad y amor que reconforta frente a tantas películas "deslumbrantes" que sólo buscan el dejarnos un poco más aturdidos. Miguel Hermoso imagina así otro final para García Lorca y para tantos García Lorca que perdieron todo en aquel horror llamado Guerra Civil y que únicamente, o casi, quisieron un poco de paz después de tanta violencia. Convendría no olvidarlo.
FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA
Dirección: Miguel Hermoso. Guión: Fernando Marías, basado en su novela homónima. Música: Ennio Morricone. Fotografía: Carlos Suárez. Producción: Antonio Torres, Juan Carlos Nabal. Intérpretes: Alfredo Landa (Joaquín), Nino Manfredi (Galápago), Kiti Manver (Adela), José Luis Gómez (Silvio). Nacionalidad: España, 2002. Color, 105 minutos. V.O. en castellano. Estreno en España: 31 de enero de 2003.
Fragmento de "La luz prodigiosa" http://www.youtube.com/watch?v=WzwV6NJqZTk

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