RISAS Y SONRISAS
Hay algo en las personas que ríen francamente, o que sonríen de igual manera franca y sincera, que desarma. En un mundo en que a la mayoría nos cuesta estirar los músculos del rostro, poner buena cara al mal tiempo (por supuesto figurado; no hay día, al menos en Madrid, que el sol no nos agobie con sus rayos), los personajes públicos o privados que hacen gala de esta facultad exclusivamente humana, y lo efectúan sin doblez (o eso es lo que parece), viene a ser como si abrieran una puerta que no vemos y el aire puro entrara, la hermosa sensación de experimentar cierto bienestar.
Suelen ser mujeres las que hacen mejor este bello gesto, pero los hombres tampoco están ajenos de realizarlo. Nos fijamos en la risa de Trinidad Jiménez, actual ministra de Asuntos Exteriores, una risa contagiosa, simpática, social, sincera, pensamos. Nos fijamos en la risa o la sonrisa de Mercedes Miguel Borrás, autora del libro, junto a un servidor, "Luciano Berriatúa, gran aventurero y explorador de cine" (ver http://pocodecine.blogspot.com/2010_09_01_archive.html) y profesora de Comunicación Audiovisual en la universidad de Valladolid; y nos fijamos en el gesto acogedor, de sentirse como en tu casa cuando estás en la ajena, de Antonio Skármeta, el autor de libros mágicos como "Ardiente paciencia" (adaptada al cine con el título de "El cartero y Pablo Neruda"; Michael Radford, 1994) y "El baile de la Victoria", que plasmó Fernando Trueba en 2009.
Hay, afortunadamente, muchos más casos, en una realidad cotidiana en la que todo es cada vez más serio y fúnebre. En la que progresivamente hay menos riqueza para la mayoría y mucha más para unos pocos. Fijémonos en las risas y en las sonrisas. Son la sal de la vida, y no tienen precio.
Que maja Mercedes, yo la tuve de profesora en la universidad. Sabe muchísimo de cine.
ResponderEliminarUn saludo.