'WALL STREET, EL DINERO NUNCA DUERME', GORDON GEKKO ATACA DE NUEVO 22 AÑOS DESPUÉS


ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS, 7 de octubre de 2010

Han pasado 22 años desde el estreno de "Wall Street" (1987), y el capitalismo, pese a todos los embates, continúa resistiendo. En los años 80, se pusieron de moda los yuppies (esos ejecutivos reciclados de la contracultura cuyo nuevo dios era el dinero), los brokers de la Bolsa que lograban grandes comisiones de negocios poco claros. Esa corriente dominó, por así decirlo, la cultura occidental durante mucho tiempo. En este siglo XXI de terrorismo y revolución conservadora, los brokers trabajan para entes abstractos, corporaciones difusas que engloban a bancos y aseguradoras que mueven masas exorbitantes de capital.

Ese es el panorama que plantea el director Oliver Stone en "Wall Street: el dinero nunca duerme", la continuación "Wall Street". Aquel film contó con el protagonismo de Michael Douglas, Charlie Sheen, Martin Sheen, Daryl Hannah y Sean Young, entre otros. Era una descripción de la jungla despiadada del centro del capitalismo en su estado puro. Un hombre, el personaje de Michael Douglas, que tenía fe en la codicia, y lo demás le importaba muy poco.
En "Wall Street: el dinero nunca duerme", Gordon Gekko (Douglas), ha recibido algunas puñaladas importantes. Ha estado en la cárcel por fraude financiero. Desde sus salida de prisión en 2001, no ha recuperado el trono que un día tuvo en Wall Street, pero sigue al tanto de lo que se cuece en el templo del dinero. Observa cómo se enriquecen los nuevos inversores, o su nueva apariencia, y conoce casualmente a un joven tiburón de las finanzas: Jake Moore (Shia LaBeouf, el hijo de Indiana Jones en "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal"; Steven Spielberg, 2008). La hija de Gekko, Winnie (Carey Mulligan, nominada al Oscar a la mejor actriz por "An Education"; Lone Scherfig, 2009) es su novia.
De pronto, en 2008, estalla la crisis que todos conocemos tan bien, y de la que no entendemos nada (cada vez está más claro que hay una nomenclatura financiera que hace con nosotros, el pueblo, lo que quiere), y Jake Moore pasa de ganar fortunas a estar en bancarrota. Pide ayuda a Gekko. Quiere saber quién o quiénes han hundido la firma para la que trabajaba como agente de patentes. Y Gekko no ha perdido su instinto depredador.
Esos son los atractivos ingredientes de este film de Oliver Stone, el director que ganó dos Oscars como mejor cineasta por "Platoon" (1986) y "Nacido el 4 de julio" (Born on the Fourth of July, 1989). El cineasta libre dispuesto siempre a mirar la actualidad norteamericana, y su influencia internacional, desde un punto de vista muy poco convencional; ahí están, por ejemplo, sus documentales sobre Fidel Castro para demostrarlo ("Comandante", 2002, y "Looking for Fidel", 2004).
Por último, desear a Michael Douglas (la gran estrella de Hollywood que logró el Oscar al mejor actor por "Wall Street") que se recupere del cáncer de garganta que padece.

Quizá al ver "Wall Street: el dinero nunca duerme" sepamos de una vez por todas dónde está el dinero que ha volado de los bolsillos de las personas y de las empresas de medio mundo.


FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA

Título original: "Wall Street: Money Never Sleeps". Dirección: Oliver Stone. Guión: Allan Loeb, Stephen Schiff. Director de fotografía: Rodrigo Prieto. Montaje: Julie Monroe, David Brenner. Música: Craig Armstrong. Intérpretes: Michael Douglas (Gordon Gekko), Shia LaBeouf (Jake Moore), Josh Brolin (Bretton James), Carey Mulliagan (Winnie Gekko). Producción: Edward R. Pressman Film. Color, 1: 2,35. Duración: 136 min. Nacionalidad: EE UU. V.O. en inglés. Premios: Sección Oficial (fuera de concurso), Festival de Cannes, 2010. Distribuidora: Fox. Estreno: 8 de octubre de 2010.

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